En la escuela de mi ciudad enviaron desde la Jefatura Educativa una guía de «reflexión» sobre lo acontecido respecto al intento de asesinato de la vicepresidenta. Al comentarme mi hijo sobre la actividad me di cuenta de que era una reflexión sesgada hacia una versión de la historia, aquella que dice que el intento fue causa de un discurso de odio. Es el mismo argumento que se plantea desde los medios y referentes oficiales, es decir, no es una reflexión crítica sino un planteamiento político único.
Aborrezco el intento de asesinato y todo lo sucedido pero usar a los chicos intentando imponer un discurso único no es lo que la escuela debe hacer.